¿Qué es el Vértigo?
Se conoce como vértigo a la sensación subjetiva de movimiento, de giro del entorno o de uno mismo o de precipitación al vacío sin que exista realmente. Se acompaña normalmente de náuseas, pérdida del equilibrio (mareo) y sensación de desmayo inminente. El vértigo se relaciona casi siempre con una alteración del sistema vestibular, que se halla dentro del oído interno y coordina el mantenimiento del equilibrio así como de nuestra postura, y puede ser momentáneo o durar horas o incluso días. Este trastorno puede afectar a cualquiera, aunque en niños se presenta en forma de crisis espontáneas y pasajeras y en ancianos puede evolucionar hacia una inestabilidad crónica.
Síntomas del Vértigo
La manifestación clínica más frecuente es la sensación de que el cuarto en el que está el paciente está girando o que el propio cuerpo está en movimiento.
Otros síntomas que pueden aparecer incluyen:
- Zumbido de oídos.
- Pérdida del equilibrio.
- Mareos.
- Hipoacusia en un oído.
- Dificultad para enfocar con los ojos.
- Visión doble.
- Parálisis facial.
- Dificultad en la articulación del lenguaje.
- Debilidad de las extremidades.
Causas del Vértigo
Con frecuencia, el origen del vértigo suele estar en alteraciones en el oído. Pero no siempre es el responsable. También puede aparecer tras un golpe en la cabeza, a causa de una tumoración, de un ictus, por la toma de determinados medicamentos, como los antibióticos, o incluso por variaciones de la tensión arterial. Cuando el origen está en el oído, se habla de vértigo periférico. Y si la causa se halla en el cerebro, se denomina vértigo central.
Algunos vértigos, sobre todo los que tienen su causa en el oído, ocurren esporádicamente, pero pueden llegar a ser muy incapacitantes. A veces solo se manifiestan cuando el paciente se acuesta de lado, cuando mueve la cabeza bruscamente o si se agacha. Se llama vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) y es debido a un desplazamiento del líquido que hay en el canal auditivo. En otras ocasiones, el episodio no es predecible y puede condicionar mucho la vida de la persona afectada, ya que desconoce cuándo le puede ocurrir. Le puede pasar tanto en reposo como en movimiento, lo que supone un gran problema según la actividad que esté llevando a cabo en ese momento.